viernes, 4 de noviembre de 2011

Ojo qué fin de semana

No soy muy de hacer previas, pero creo que el menú footballístico de este fin de semana lo merece.

En torno al fin de semana se han compuesto muchas canciones y muy buenas. El Weekend de los Dictators o el Friday I'm in love de The Cure, por ejemplo. El que me molaba a mí de pequeño era un tema que ponían en el Xabarín Club, el programa infantil de la Televisión de Galicia. El Xabarín era la puta hostia: series de dibujos animados cojonudas, sketches estúpidos y canciones infantiles (aunque no muy infantiles) de puta madre. Fin de semana, de los Recienes, era una de ellas. ¡Que ben se pasa na fin de semana!


Lo dicho, que el finde promete. Y no solo por lo que tendremos de NFL, sino también de fútbol americano universitario. A continuación, el menú de lo más atractivo (como siempre, a priori). Todas las horas, en horario peninsular español. Ojo porque en Estados Unidos atrasan la hora en su madrugada del sábado al domingo. Por ese motivo, el sábado (para los partidos universitarios) habrá cinco horas de diferencia entre la España peninsular y la costa este estadounidense, mientras que el domingo (para la NFL) volveremos a las seis horas de diferencia habituales.

Madrugada del sábado al domingo, 1.00: Alabama Crimson Tide-LSU Tigers

Las emociones fuertes comienzan con el fútbol universitario. Iba a decir que no soy un experto en NCAA (siglas de National Collegiate Athletic Association, organismo responsable de la gestión del deporte universitario estadounidense), pero realmente no es que no sea experto, es que no tengo ni zorra. Bueno, sé un poquito, pero lo mínimo.

¿Qué tiene de especial este partido? Que enfrenta a los dos primeros clasificados en el ranking de la BCS. ¿Qué coño es el "ranking de la BCS"? Bueno, esto es un poco complicado de explicar, pero la cosa va más o menos así: como imaginaréis, en los Estados Unidos hay tropecientas mil universidades con equipo de fútbol americano. La temporada es corta (13 partidos de temporada regular) y los partidos son más que insuficientes para enfrentar a unos contra otros. Las universidades se organizan en grandes agrupaciones, "divisiones" en el sentido europeo de la palabra. La primera división de NCAA footballera se llama Football Bowl Subdivision (FBS). Esta "primera división" está a su vez integrada por 120 equipos, que como en la NFL se agrupan en varias conferencias (bueno, algunos son "independientes", ni siquiera están en una conferencia). El número de conferencias y sus miembros es altamente inestable; los rumores sobre cambios de universidades de una conferencia a otra son constantes y las prebendas que se mueven son oscuras y jugosas. Cada conferencia tiene su propio comisionado y comercializa por separado sus derechos, por lo que son una suerte de reinos de Taifas particulares que están siempre a la gresca. Un lío de cojones.

Para terminar de liar la cuestión, cuando termina la temporada regular no hay playoffs como en la NFL, sino que los mejores equipos disputan los denominados "bowl games", competiciones a partido único por un trofeo (el bowl). Los dos mejores de la temporada regular compiten por el "título nacional" en el denominado BCS National Championship Game. Y claro, llega la duda: ¿cómo se determina qué equipos son los mejores? Hay demasiados, y los balances de victorias-derrotas no resultan comparables, puesto que no compiten con los mismos rivales y la dureza de cada conferencia dentro del FBS varía ostensiblemente. Por eso, a falta de playoffs "objetivos", la NCAA debe inventarse un criterio para clasificar a las universidades que componen la FBS. Ese criterio es el ranking de la BCS, que se recalcula tras cada jornada de FBS desde la octava (hasta la octava jornada no se publica el primer ranking, porque se entiende que no existen suficientes elementos de juicio para hacer el ranking).

El ranking de la BCS no es objetivo. No totalmente. No solo depende de las victorias y derrotas de cada equipo (aunque obviamente influye mucho). Depende también de opiniones. Os ahorro la historia de cómo se ha llegado al actual sistema de ranking. Que sepáis que, como podéis imaginar, es fruto de una serie de encendidas polémicas entre partidarios de unos criterios u otros, y que existen medidores alternativos, aunque  "no oficiales" (señaladamente, la encuesta de Associated Press, AP poll). El ranking BCS es un algoritmo que tiene en cuenta, a su vez, tres rankings: el de la encuesta de Harris Interactive, el de la encuesta de entrenadores llevada a cabo por USA Today y el que es fruto de unos programas de ordenador. Todo muy claro, ¿verdad? Es lo que hay. Tan oscuro y confuso, que no pocas voces reclaman unos playoffs como Alá manda y dejarse de historias raras (entre los que piden playoffs, un tal Barack Obama). Por ahora, la idea de playoffs no ha cuajado. La tradición (que NO es un argumento per se, como siempre que tengo ocasión recuerdo) pesa demasiado.

Toda esta explicación para destacar que este fin de semana el número 2 del ranking, Alabama, recibe en su estadio al número 1, Louisiana State University (LSU). Alabama y LSU son los primeros tanto del ranking oficial como del "oficioso" de AP. Me diréis, ¿y qué tiene eso de especial? Pues que es poco frecuente que los dos primeros del ranking se enfrenten en la regular season. Solo ha sucedido en 25 ocasiones en la historia del football universitario, 5 en la "era BCS". Y en este caso, además, son miembros de la misma conferencia, de la misma división. Hay rivalidad. Y motivos para el morbo.

Alabama y LSU forman parte de la Southeastern Conference (la "SEC" para los amigos) y, en particular, de su división del oeste. Enemigos íntimos, vamos. Aunque (cierto es) no son respectivos eternos rivales. Pero empieza a fraguarse el odio. La SEC es de las conferencias con más solera de la FBS, y la más potente económicamente. Ambos equipos, además, llegan invictos, con inmaculados registros de 8-0. Os vais imaginando la que se está liando en los Estados Unidos con el partido. El partido del siglo. Calentemos un poco más el asunto con el anuncio del partido de la ESPN:




Apuntaba antes que el partido tenía morbo. El head coach de Alabama, Nick Saban, es un ex de LSU. Saban llevó en 2003 a LSU al campeonato nacional. El morbo no es tan grande porque no es la primera vez que se enfrentan. De hecho, este ya es el quinto año de Saban en Alabama (en LSU estuvo cinco años; después de esa etapa, pasó un par de años en los Miami Dolphins y llegó a Alabama). La marea carmesí de Alabama ya obtuvo el título nacional con Saban en la 2009-2010, con Mark Ingram (hoy en los Saints) como estrella. Pero algo de morbo siempre queda.


El otro head coach, el de LSU, es Les Miles. Unas imágenes valen más que mil palabras, aunque mucha atención a sus palabras (aguantad hasta después de la publicidad, que merece la pena):


No voy a analizar nada más de este partido. No sería honesto, porque mi criterio es escaso. Pero solo con lo que os he contado creo que es suficiente como para que el partido os llame la atención.

¿Cómo verlo desde España? Por Internet, no queda otro remedio. Por los streams clásicos que todos conocéis o descargándooslo al día siguiente en las webs habituales. Para ver college football existe también un medio más seguro, pagando, a través del ESPN Player. Es una especie de Game Pass de NCAA, que no solo incluye fútbol americano (también otros deportes universitarios) ni incluye todo el fútbol americano universitario, pero sí los partidos más relevantes. Cuesta 20 euros al mes (bueno, 19,99, para ser exactos). ¿Incluye el ESPN Player el partido de la semana? No os lo puedo asegurar. Al menos NO aparece ahora en su programación. El partido lo da también la CBS, que lo da gratis online para Estados Unidos, pero que no permite acceder a usuarios de fuera de Estados Unidos En cualquier caso, tampoco es descartable que finalmente el ESPN Player ofrezca el partido, porque este servicio no funciona tan bien como el Game Pass, ya que la antelación con la que se anuncian los partidos es bastante mejorable. No lo sé.

Domingo, 19.00. Primera sesión de NFL: enfrentamientos divisionales

Vamos con la NFL. De esto os puedo hablar con más conocimiento de causa (tampoco mucho, para qué engañarnos. Como anticipaba en el Plácido domingo, la novena jornada viene cargadita. Algunos partidos divisionales decisivos y  algunos partidazos a secas

Buffalo Bills-New York Jets (Digital+)

Los Bills reciben a los Jets en Buffalo como líderes de la AFC Este, pero los Jets están a tiro. Es un partido capital para los de New Jersey. Si ganan, alcanzarán a Buffalo y, dependiendo de lo que hagan los Patriots ante los Giants, podrían situarse en cabeza de la división empatados con Buffalo y New England. Si los Jets pierden, se situarán a dos victorias de Bills y quizá también de los Patriots, habiendo perdido los partidos divisionales que les enfrentaron a ambos. Vamos, que si los Jets palman, se complica mucho su clasificación para playoffs, Hay mucho en juego, mucho.

Si nos guiamos por lo que vienen haciendo esta temporada, los Jets lo tienen jodido: Buffalo ha ganado los cuatro partidos que ha disputado en casa, y los Jets han perdido los tres que han jugado fuera. Si quieren tener opciones, los Jets deberán contener a Fred Jackson, hasta ahora uno de los jugadores ofensivos de la temporada. Hasta hace poco los Jets defendían la carrera mejor que nadie. Rex Ryan se jactaba de que a él no le corrían (qué mal suena). Sin embargo, esta temporada permiten 126,9 yardas de carrera por partido. Necesitan mejorar.

Partido grande.

New Orleans Saints-Tampa Bay Buccaneers

Este partido resulta más atractivo por cómo está la clasificación de la NFC Sur que por el estado de forma de ambos equipos. Los Saints están 5-3 y los Bucs 4-3. Atlanta (4-3) juega contra Indianápolis, por lo que cabe prever que el que palme en el Superdome se descuelga. Presión para los dos. Ambos vienen de partidos decepcionantes, aunque Tampa con una semana de descanso de por medio. Los Saints cayeron ante los Rams y los Bucs ante los Bears. En ambos casos, dando muy malas sensaciones, con demasiadas pérdidas de balón.

Diría que los Saints son favoritos, pero también lo eran la última vez que jugaron estos equipos, hace tan solo tres semanas, en Tampa, y vencieron los Buccaneers. Los Buccaneers también vencieron en sus dos últimas visitas al Superdome. Además, New Orleans tiene algo más de presión por ganar que Tampa Bay: si pierden, los Saints se pondrían 5-4 y con los dos partidos contra Tampa Bay perdidos. Esas dos derrotas divisionales les harían mucho daño para eventuales desempates con Bucs o Falcons.

LeGarrete Blount vuelve a estar disponible en Tampa. Su equipo lo necesita. Como también necesita que Josh Freeman deje de cometer errores y recupere el nivel de la pasada temporada.

Domingo, 22.15. Segunda sesión: partidazos entre equipos de distintas conferencias

En la segunda sesión, turno para partidazos raros. Raros porque, como sabréis, es poco frecuente el enfrentamiento entre equipos de conferencias diferentes (AFC y NFC). Pueden no repetirse hasta dentro de cuatro años. Hay dos a las diez y cuarto del domingo que tienen especial buena pinta.

San Diego Chargers-Green Bay Packers (Digital+)

Os podéis imaginar mi pánico al ver esta imagen.


No me jodas, portada de Sports Illustrated. Pues nada, el domingo los Packers palman en San Diego. Maldita sea esta maldición. Claro, luego es muy fácil hacer la predicción de Peter King.


Será cabrón. Ponen a Green Bay en portada y luego apuestan en su contra. Así cualquiera. En fin. Que no lo digo de coña, yo creo mucho en estos gafes. Ya veréis qué partidito de Rodgers y sus receptores.

Los que salen sin margen de error son los Chargers. Deben redimirse tras el esperpento del pasado lunes. Rivers ya empieza a estar cuestionado públicamente. No se pone en duda su titularidad, pero sí se critica duramente su desastrosa temporada. Me da miedo, mucho miedo. La defensa de Green Bay hace aguas contra el pase, y Vincent Jackson y Antonio Gates crean matchup problems (problemas de marcaje) difíciles de solventar. Además, vuelve Mike Tolbert, jugador clave para el ataque de los Chargers. En cambio, es probable baja Ryan Mathews. Con Tolbert y el sorprendente Curtis Brinkley en la recámara, creo que los Chargers salen ganando.

Por cierto, como curiosidad, es la primera vez que Green Bay se enfrenta a un equipo que en el momento del choque registra balance positivo. Aunque los Packers se han enfrentado a rivales que hoy tienen más victorias que derrotas, en el momento del choque llegaban con un 50% (los Saints 0-0, los Bears  1-1 y los Falcons 2-2).

Algunos ven en este partido el gran escollo de Green Bay para completar la temporada perfecta. Para mí, es uno más. No creo que los Packers estén para terminar 16-0. Y no solo por este partido. Eso sí, San Diego aún no ha perdido en su estadio. Una de las dos rachas victoriosas, la de los Chargers en casa o la de Green Bay en donde sea, se cortará.

Se prevé tormenta ofensiva el domingo en San Diego.

New England Patriots-New York Giants

No hay semana en que el encuentro de los Patriots no parezca un partidazo. El primer mes de NFL bromeábamos (o no) con el hecho de que Digital+ siempre diese sus partidos (durante las cuatro primeras jornadas fue así), pero a pesar de que sus rivales vienen siendo potentes, no han retransmitido ni un partido de New England en las cuatro últimas jornadas (Jets, Cowboys, Steelers y ahora Giants). Como comprenderéis, prefiero el Chargers-Packers, que es el que da Digital+, pero entiendo las quejas de los aficionados patrioteros. No se puede programar a gusto de todos. Por lo menos esta jornada es a cambio de un partido de verdad, no como la pasada.

¿Repito lo de partido importante? Es que es así. Los dos se juegan bastante. Los Patriots tienen las mismas victorias que los Bills (aunque cuando se juegue el partido tendrán una victoria o una derrota menos que Buffalo), y no pueden aflojar si quieren ser campeones de la AFC Este. Los Giants saben que los Eagles vienen fuertes por detrás, y con el calendario que les espera las próximas semanas, toda victoria es necesaria.

En los Giants se lleva especulando toda la semana con el estado de salud de Ahmad Bradshaw. Que tiene el pie roto. Pero, a pesar de ello, se decía que en función del grado de dolor podría estar disponible. En estos momentos, oficialmente, es duda. Igual que Hakeem Nicks. ¿Seguirá Eli Manning al gran nivel de las últimas semanas? La secundaria de los Patriots no es la más exigente. El otro Manning querrá demostrar que, tal y como dijo en pretemporada (aunque nadie en su sano juicio lo cree) está en el mismo nivel que Tom Brady, delante del propio Brady.

Los Patriots llevan unas semanas moviditas. Tras la movida de Gronkowski con la actriz porno, esta semana Julian Edelman era acusado de abuso sexual. A Belichick se le está revolucionando el gallinero más de la cuenta. Y los cabecillas no son Ochocinco ni Haynesworth. Wes Welker es duda por molestias en el cuello (el placaje ilegal de Polamalu cuya foto tenéis en el último Plácido domingo debió de ser la causa), pero parece que estará.

Con todo, lo que no sea una victoria de los Patriots será una sorpresa. New England aún no ha perdido en casa.

Madrugada del domingo al lunes, 2.30: Pittsburgh Steelers-Baltimore Ravens (Digital+ en V.O.)

El derbi de la NFL en estos momentos. El partido de la jornada. Enfrenta a los dos equipos que se profesan más odio. Además, empatados a derrotas en cabeza de la AFC Norte, el partido resultará decisivo para la clasificación final. Es muy aventurado con media temporada por jugarse, pero creo que el que se lleve el partido del domingo en Heinz Field se lleva la división.

Como suele suceder con estos choques, el partido llega calentito. No sé si se puede hacer más por meter cizaña que lo que ha hecho esta semana Terrell Suggs. Esta es la camiseta que luce orgulloso:


Y a través de este enlace podéis leer algunas de sus declaraciones en la llamada con los medios. Otro que ha querido meter mierda es el cornerback de los Ravens Lardarius Webb. Webb Dijo el miércoles que para él Antonio Brown era mejor que Mike Wallace. También dijo que los Steelers jugaban mejor sin Hines Ward. Declaraciones que sin duda intentan meter mierda en el vestuario de Pittsburgh, pero que Mike Wallace capeó muy bien preguntando quién coño era Lardarius Webb.

Como suele suceder entre estos equipos, paz y hermandad.

En lo deportivo, muchas dudas en cuanto al estado físico de los linebackers de los Steelers. James Harrison, James Farrior y LaMarr Woodley son duda. Ahí es nada. No es que el ataque de los Ravens plantee las mayores exigencias, pero si faltan los tres los Steelers sufrirán. Se prevé un día ajetreado para Ray Rice. A ver si Flacco y sus receptores le echan una mano.

No sé si el precedente de la primera jornada es muy representativo. Entonces, los Ravens arrasaron a los Steelers en Baltimore. Pero estos Steelers parecen mucho mejores que aquellos (en ataque, sin duda), y ese tipo de precedentes suele ser un factor motivante muy importante para el equipo derrotado.

Madrugada del lunes al martes, 2.30: Philadelphia Eagles-Chicago Bears (Digital+)

La jornada se cierra con un partido entre equipos de la NFC que están haciendo la goma. Vienen remontando, pero sin margen de error. Los Bears llevan un balance mejor, pero su división está tan fuerte que su lucha casi debe centrarse ya en conseguir una plaza de wild card. A sumar victorias, y que sean más que las de los demás segundos de la NFC. Tras la semana de descanso, llegan con casi todos sus efectivos sanos, aunque con la polémica que rodea la situación contractual de Matt Forté. La indiscutible estrella del ataque de Chicago esta temporada ya se queja públicamente del trato que recibe de su actual franquicia.

Por su parte, los Eagles tratarán de continuar el ascenso que comenzaron ante los Redskins. Esta jornada puede ser buena para ellos. Si ganan en su estadio a los Bears y los Giants pierden ante los Patriots, se pondrían a tan solo una victoria del liderato de su división. Tras haber empezado 1-4, no está nada mal. La defensa de los Bears, un duro escollo para Vick, McCoy y compañía. La temporada pasada ya les dieron por saco en Chicago.

* * *

Qué paséis buen finde. Por falta de football no será.

1 comentario:

  1. Gran entrada, si señor. A ver si puedo piratear el de NCAA.
    Me acojona la portadita de los cojones, no es uno, ni dos, es todo el puto ataque aereo de los packers el gafado. Ahora mismo firmo la derrota sin lesiones graves.

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