miércoles, 27 de octubre de 2010

International Series 2010: guía ilustrada del viajero

¿Lonely Planet? ¿El País Aguilar? ¿La Guia Azul? ¡todas una mierda! Esta es tu guía para asistir al evento footballístico del año en el Viejo Continente: las NFL International Series 2010, esto es, el partido oficial de liga regular que disputarán en el estadio de Wembley los San Francisco 49ers y los Denver Broncos.



London calling, to the far away towns, now that war is declared, and battle come down...



Como advertencia previa, ha de saber el lector que la presente guía se basa en la experiencia del año pasado. Todas las fotos que veréis aquí (salvo la anterior) las hicimos entonces. Material exclusivo, primicia mundial, que digo mundial, universal, cósmica.

Algunos consejillos básicos previos que casi sobran porque parece que estoy tomando al lector por bobo pero que nunca están de más (también conocidos como típicos consejos de madre)

Para entrar en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sólo necesitaréis vuestro DNI (si sois españoles o de otro estado comunitario; si sois de fuera de la Unión Europea debéis llevar pasaporte) y tendréis que cambiar vuestros euros por libras esterlinas. La mejor manera de cambiar la moneda es antes de viajar, en un banco en el que no os cobren comisión por cambio (de esos quedan pocos, me temo). Otra opción es cambiar en las casas de cambio del aeropuerto. En Barajas hay varias. Me comentaba el otro día un colega que viaja (viajaba) con cierta frecuencia a Londres que lo mejor es cambiar en el propio aeropuerto, en American Express. No sé, eso hice cuando fui en verano a Estados Unidos y el sablazo que nos pegaron fue tremendo. Estos no cobran comisión alguna, sino que te aplican un tipo de cambio criminal. Creo que este verano el tipo que aplicaban era un 10% más "caro" que el oficial (en otras palabras, que nos daban un 10% menos de dólares por los euros que les dimos de los que nos deberían dar). En cualquier caso, y aunque decirlo también es una obviedad, en casi todos los sitios podréis pagar con vuestras tarjetas de crédito o débito. Eso sí, como habréis leído los que tengáis la guía de merchandise que enviaban con las entradas para el evento, en las tiendas de la tailgate party solo aceptan tarjetas Visa. Fuera de la tailgate party, es decir, en los stands que están alrededor de Wembley y en el propio estadio sí aceptan otras tarjetas (no solo Visa). Ah, andaos con cuidado, porque algunos bancos aplican comisiones a los pagos con moneda extranjera. El BBVA, por ejemplo, un 3%. Es menos que el 10% que se saca la casa de cambio de moneda.

Sigamos por cómo llegar a Londres una vez aterrizados. Evitad el taxi. Os puede costar más caro que el propio avión. Para llegar al centro de Londres, lo mejor son los trenes o el metro. El Gatwick Express y el Heathrow Express os dejan en pocos minutos en estaciones de metro céntricas (Victoria y Paddington, respectivamente), sin paradas intermedias. Podéis sacaros los billetes por anticipado en sus páginas web. Os lo recomiendo especialmente si llegáis a Gatwick porque viene con descuento. 4 por 2 en el caso del Gatwick Express (57 libras ida y vuelta, poco más de 7 cada viaje). No son baratos si los comparamos con lo que cuesta llegar al centro de Madrid en metro desde el aeropuerto, pero es la mejor opción.

Por cierto, tened en cuenta que bastantes líneas estarán total o parcialmente cerradas este fin de semana. Aquí podéis verlas.

En cuanto al tiempo, la BBC predice ligeras lluvias tanto para el sábado como para el domingo, con temperaturas de entre 8 y 15ºC. Weather.com es algo más optimista y augura que el domingo no lloverá. Ojalá. En cualquier caso, abríguense, no se me vayan a constipar.

El sábado

Aunque el partido es el domingo, si llegáis el sábado (o incluso antes), mucho mejor. Los motivos son obvios: Londres es una ciudad en la que siempre tendréis algo interestante que hacer, por mucho que ya la conozcáis. Además, el mismo sábado podréis empezar a vivir el ambiente del partido.

Cuando lleguéis al centro de Londres, os sorprenderéis de ver la cantidad de gente que hay con camisetas de equipos de la NFL. De todos los equipos. Y sí, el mismo sábado. Cuando llegamos a la estación de Victoria, destino del Gatwick Express y en la que os esperará una cola del copón para comprar los billetes de metro (recomendamos comprar la Oyster Card para desplazaros por metro; por desgracia, ya es demasiado tarde para comprarla online --tarda de 5 a 8 días en llegar a casa), nos sorprendió el año pasado la cantidad de personas que iban con sus camisetas de football. De todos los equipos. Mira que Londres es grande, pero en seguida notaréis que el día siguiente se juega un partido de la NFL y que hay un montón de gente que ha viajado desde diferentes lugares para ver el partido. Y eso que el año pasado no había ningún evento oficial el sábado. Este año sí.

NFL Fan Rally en Trafalgar Square

La primera cita del fin de semana comienza el sábado a la 1 de la tarde en Trafalgar Square. Lugar perfecto para engañar a vuestros compañeros de viaje que os pidan un sábado libre de football, que ya habrá tiempo suficiente el domingo. Pues haceos los suecos, y planificad la visita a este emblemático lugar a partir de la 1. Cuando os topéis con la fiesta, os hacéis los sorprendidos y dais una vueltecilla a ver qué tal. Aquí tenéis toda la información de este evento. Los protagonistas serán los San Francisco 49ers, anfitriones del evento, que incluirá lo siguiente (traduzco la información del enlace que acabo de poner):

- Actuaciones de las Gold Rush, cheerleaders de los 49ers;
- Música en directo y DJs;
- Entrevistas con leyendas de la NFL, incluidos Jerry Rice y Roger Craig;
- Apariciones de Mike Singletary (por ahora head coach de los Niners) y de los dueños de la franquicia (¿os imagináis que lo despiden ahí?);
- Juegos interactivos que, según dicen, permitirán a los visitantes probar su mano en el fútbol americano;
- Apariciones de aficionados famosos, incluida Marisa Miller;
- Roger Goodell, amo y señor de la NFL, contestará a preguntas de aficionados (ya seleccionados y, probablemente, aleccionados);
- Jugadas históricas y dramáticas de la NFL en pantallas gigantes; y
- Concursos.

El sarao comienza a la 1 y termina a las 5 de la tarde. Bueno, yo me temo que me lo perderé. Como no todo va a ser football, nos iremos a ver el Arsenal-West Ham al Emirates Stadium.

Aparte de esto, como digo, veréis aficionados ataviados con las camisetas de sus equipos de football por toda la ciudad. Casi por cualquier zona. El único evento oficial-oficioso es el que tendrá lugar en el pub The Green Man. El sábado arranca en ese bar la "Great British Tailgate Party". El inconveniente, para los que os hospedéis en algún lugar céntrico, es que el pub en cuestión está al lado de Wembley, y eso es a tomar por culo. Si tenéis el alojamiento cerca del estadio, una opción interesante de borrachera para la noche de Halloween.

El domingo

En primer lugar, no os olvidéis de cambiar la hora. En la madrugada del sábado al domingo, a las 3 serán las 2 (solo una vez, no ad infinitum). Cojonudo, una hora más para estar de juerga o descansar. Las emociones que os esperan al día siguiente serán fuertes.

Recomiendo fervientemente madrugar el domingo e ir pronto al estadio. Bueno, aclaro que para mí madrugar un fin de semana supone levantarme antes de las 12 de la mañana. En cualquier caso, recomiendo que madruguéis, os deis un paseo por el centro de Londres, donde empezaréis a ver a hordas de personas equipadas con los colores de sus equipos favoritos, y os vayáis prontito para Wembley.

Los aficionados de los Broncos tenéis una cita inexcusable en Picadilly Circus. El domingo a las 12.15, en el Shaftesbury Memorial y en la Estatua de Eros (Piccadilly Circus) los Denver Broncos se harán su foto oficial, a la que todos los aficionados de la franquicia de Colorado están invitados. Acudirán leyendas como John Elway, Floyd Little, Gary Zimmerman y Billy Thompson.

Como digo, yo iría (y de hecho iré) por la mañana al estadio (espero estar por ahí sobre las 12.30). La manera más sencilla de llegar a Wembley es en metro. La parada más cercana es la de Wembley Park, que hasta tiene entrada propia en Wikipedia.

Veréis ambiente desde bien prontito. El año pasado cogimos el metro a eso de las 12 de la mañana. El partido, como este año, empezaba a las 5. Pues bien, a pesar de que faltaban 5 horas para el kickoff, el metro ya iba lleno de gente de camino al partido. Al salir de la estación, esta será la magnífica vista que os encontraréis si os bajáis en Wembley Park (si pincháis en cada foto, las veréis en tamaño gigante, que las he subido sin degradar). Fijaos cuánta gente, a pesar del tiempo que quedaba hasta que comenzase el partido.


El imponente estadio de Wembley, del que os separará el Olympic Way. Si la organización coincide con la del año pasado, la Tailgate Party estará situada a vuestra derecha, según vais al estadio por el Olympic Way. Que no os dé vergüenza ir disfrazados con los colores de vuestros equipos favoritos. En este sentido, el de Londres es un partido único, en el que los colores de casi todos los equipos de la NFL (seguramente todos) están presentes en la grada. Mola. Y veréis frikazos de impresión. De cualquier equipo. Un par de muestras:



Digo que recomiendo ir muy pronto no solo para disfrutar del ambiente previo, sino porque si queréis llevaros algo de merchandise tenéis que llegar con mucha antelación. Suelen quedarse cortos de existencias. Y si queréis disfrutar de alguna de las atracciones de la Tailgate Party, ya podéis armaros de paciencia, porque mirad qué cola se formó el año pasado a eso de las 12.30 de la mañana. Y eso que el año pasado había que pagar para entrar (aunque conozco a un par de sinvergüenzas que se colaron). Este año es gratis para todos los que tengan su entrada para el partido, así que no me quiero ni imaginar la montonera que se puede formar.


¿En qué consiste la Tailgate Party? Bueno, he de confesar que el año pasado no entré (porque había la cola que veis en la foto anterior y encima había que pagar). Los que entraron salieron muy decepcionados. Este año prometen que será mucho mejor que las anteriores. Aquí comentan en detalle lo que habrá. Actividades interactivas en las que emular a los jugadores, comida, bebida, merchandise y, como plato estrella, los trofeos de las cinco Super Bowls que ganó San Francisco, junto a los que os podréis sacar una foto (si tenéis la paciencia suficiente para esperar la inmensa cola que supongo que se formará).

El merchandise (souvenirs, artículos de coña, coñas marineras)

Por desgracia, los vendedores no son tan majos como este, ni tienen tal variedad de productos.


Supongo que a todos los que asistáis al partido, que ya debéis de tener las entradas (si no, estaría profundamente preocupado), os habrá llegado la guía de compra de merchandise. Habréis visto, pues, lo que se venderá y a qué precio. Una camiseta réplica de cada uno de los equipos de la NFL (sólo del jugador que consideren como más representativo) y material mucho más variado de los equipos que disputan el partido, incluido material histórico, como camisetas de juego de Joe Montana, Jerry Rice o John Elway. Muy poca cosa. Menos de lo que deberían llevar. Por ejemplo, las chicas solo tendréis camisetas femeninas de Orton y Gore. Ya es más que el año pasado, que no había nada. Cuando preguntamos si tenían camisetas para ladies la respuesta fue "this is a men's sport". En fin. En cuanto a precios, 50 libras las camisetas réplica, 80 las premier, similares a las auténticas sin serlo. Las demás pijadas (gorras, minibalones, minicascos, camisetas conmemorativas del evento o con el logo de cada equipo) rondan las 10-20 libras. Si alguien quiere la camiseta del evento, que la compre al llegar, que se agota. Menuda bronca (moderada) el año pasado por sugerir posponer la compra hasta entrar en el estadio. No quedaban.

Consejo útil: no intentéis comprar en los stands de la Tailgate Party. Estarán petadísimos. El truco es ir a los que están en el anillo que rodea el estadio. Hay un par de stands por cada conferencia (NFC y AFC). Sin agobios, sin demasiada cola, podréis comprar vuestro recuerdo con tranquilidad. Y comprar con una tarjeta que no sea Visa. Bueno, si no vais con tiempo no garantizo que quede material de vuestro equipo favorito.

En el estadio

Hay que entrar con tiempo. No siempre se tiene la oportunidad de presenciar los preparativos de un partido de NFL y de ver cómo calientan ambos equipos. Además, habrá show pre-partido. La actuación musical será de My Chemical Romance. Supongo que, como el año pasado, se subirán a un escenario similar a este.


Las canciones que tocarán My Chemical Romance son estas:

Na Na Na



Welcome to the Black Parade



Luego sonarán los himnos, God Save The Queen (la versión chunga, no la de los Sex Pistols) y The Star-Spangled Banner. Llevarán a alguien para cantarlos. Aunque sea costumbre en Estados Unidos, para mí esto los estropea. Es mucho más emocionante escuchar al estadio cantar el himno (por lo menos el inglés) que a un cantante. Probablemente repetirán los mosaicos que se hicieron el año pasado en ese momento.



La salida de los equipos también será espectacular. En particular, la salida del equipo local. La foto que figura como fondo del título de este blog fue tomada cuando los Buccaneers saltaron al campo. Impresiona. Fuegos artificiales y no artificiales, música atronadora... Qué os voy a contar, hay que verlo.

Como veis, motivos más que sobrados para llegar con mucha antelación. A partir de ahí, a disfrutar del partido.

Los equipos

Bueno, creo que no sobra un pequeño análisis de los equipos que se enfrentan. Dos históricos en horas bajas, pero con muy buenos jugadores, algunos entre los mejores de la NFL.

San Francisco 49ers

Cómo llegan. En avión. Hecho el chiste fácil carente de gracia, analicemos cómo llega este equipo: hecho unos zorros. 1 victoria y 6 derrotas. El entrenador, cuestionado. Ya le han ratificado, y todos sabemos que eso es la antesala de la destitución. Partían como claros favoritos para ganar la NFC Oeste y por ahora van de últimos, lejos de Seattle, que está 4-2. Necesitan un cambio radical para intentar ganar la división.

Lesionados. La baja más importante es la de Alex Smith, el quarterback titular, tras la lesión que sufrió en el hombro izquierdo en Carolina la pasada jornada. Una putada. El tight end Vernon Davis, el mejor pagado de la NFL, también es ligera duda por lesión, aunque en su caso sería muy sorprendente que no jugase. Aparte de estos dos jugadores, de los más importantes del ataque de San Francisco, son siguientes jugadores son duda aunque su participación es probable: Justin Smith (DE), Josh Morgan (WR), Manny Lawson (LB) y Parys Haralson (LB). Más improbable, aunque también en duda, es la participación de Nate Clements (CB) y Delanie Walker (TE). Son baja segura Eric Heitmann (C), Curtis Taylor (S), Chris Patrick (T) y Scott McKillop (LB).

Las estrellas. El tight end Vernon Davis, el running back Frank Gore y el linebacker Patrick Willis están entre los mejores de la liga en sus posiciones. El 85, el 21 y el 52, respectivamente. Atención a todos ellos. Gore está teniendo una temporada floja en cuanto a yardas de carrera, como los 49ers en general, ya que son el 27.º equipo de la liga en este apartado, pero es un excelente jugador, también peligroso recibiendo. Davis es un espectáculo, y Willis una máquina de placar.

Algunos dirán que Crabtree merece estar en este grupo. Un par de peldaños por debajo, por lo menos. El wide receiver aún no ha confirmado las expectativas generadas tras su etapa universitaria. Además, su presencia es gafe para el equipo. Algunos ya hablan de la Michael Crabtree curse (maldición). El año pasado se perdió los primeros partidos de liga porque no estaba de acuerdo con el contrato que le ofrecían. Pues bien, sin él, en la "era Singletary" San Francisco está 8-5 sin él y 6-13 con él.

Bueno, además de Alex Smith, los citados son los jugadores en activo de San Francisco cuyas camisetas estarán a la venta. También las de Jerry Rice y Joe Montana.

Aunque no sea una estrella profesional, tendremos la oportunidad de asistir al debut de Troy Smith como quarterback titular de los 49ers. Troy fue una estrella en la universidad: recibió en 2006 el Heisman Trophy, que se otorga al jugador universitario más sobresaliente (literalmente, a "the outstanding college football player whose performance best exhibits the pursuit of excellence with integrity"). Smith pasó tres temporadas en Baltimore, donde sólo fue titular en dos partidos, en la temporada 2007. Este año comenzaba como tercer QB de San Francisco, pero ante la baja del otro Smith, el regulero rendimiento de Carr la semana pasada y la edad de este (Carr tiene 31 y Troy 26), Singletary ha decidido darle una oportunidad al ganador del Heisman Trophy. ¿Estaremos ante el resurgimiento de una estrella?

Denver Broncos

Cómo llegan. Los Denver Broncos acumulan 2 victorias y 5 derrotas. De no ser por la debacle de la semana pasada, diría que llevan una más que digna temporada, plantando cara (mucha cara) a gallitos de la liga como Jets o Colts y ganando en un campo tan complicado como el de los Tennessee Titans. Pero lo de la jornada anterior no tiene nombre. Fueron violados cual preadolescente por Sánchez Dragó. 59 puntos recibidos en tres cuartos. Y contra los Oakland Raiders, que no son los Patriots de 2007. Precisamente los Raiders son el único equipo al que ha ganado San Francisco esta temporada...

Lesionados. Los Broncos han tenido muy mala suerte esta temporada con las lesiones. Algunos de sus mejores jugadores son baja para toda la temporada. La más importante, la del linebacker Elvis Dumervil, que fue el que más sacks consiguió la temporada pasada. También out for the season está el running back LenDale White, cuya baja, unida a los problemas de Moreno, provocó la llegada del ex-Patriot Lawrence Maroney, que por ahora está rindiendo a la altura de los abucheos que recibía en Nueva Inglaterra. Son baja segura . Aparte de esto, Denver presenta pocas dudas por lesión de cara al partido del domingo. Aunque su participación es improbable, no se descarta que Champ Bailey (CB), Eddie Royal (WR) y Kevin Vickerson (DT) estén disponibles. Brian Dawkins es probable que esté listo, ya que el martes volvió a los entrenamientos y según McDaniels tiene bastantes opciones de jugar. Ojalá, es un clásico.

Las estrellas. Aunque no se trate propiamente de estrellas, algunos jugadores de los Broncos figuran en los puestos de cabeza de la NFL en yardas de ataque. Me refiero a Kyle Orton (al que algunos sí consideran una estrella, dense un paseo por Zona Roja y verán), el quarterback titular, que en estos momentos es segundo en yardas de pase (acumula 2140 en 7 partidos, más de 305 por encuentro, una barbaridad), y a Brandon Lloyd, que es también segundo en yardas de recepción (709, más de 100 por partido, otra barbaridad). Otro receptor Jabar Gaffney, también está entre los primeros en número de recepciones. Lleva 41, y cuando entra en racha, su conexión con Orton es constante. En cuanto al juego de carrera, Moreno, tras perderse tres partidos por lesión, sigue con números flojetes, que no están a la altura de las expectativas que se generaron en torno a él. A mí, de todos modos, me parece un corredor interesante.

En la defensa, el linebacker D.J. Williams es el que mejor está rindiendo. Es el cuarto de su posición en placajes y lleva 4 sacks. Por destacar algo de una defensa que viene de encajar 59 puntos y a la que le faltarán algunos de sus principales baluartes, como Dumervil o Bailey. Si tenemos la suerte de que pueda jugar, también habrá que prestar atención al eterno Brian Dawkins, que pese a sus 37 años, cuando la salud le respeta sigue rindiendo a gran nivel.

Igual que en San Francisco, en Denver tenemos una estrella universitaria. Qué digo estrella, superestrella. Qué digo universitaria, mediática. ¡Tim Tebow! Uno de los jugadores que despierta más pasiones de toda la NFL (a favor y en contra), de los que más camisetas vende y de los que menos ha jugado. Seguro que tenemos la oportunidad de verle en algunos snaps. Pasando, corriendo, da igual. Seguro que cuando salga el 15 de Denver, Wembley rugirá. ¿Estaremos ante los primeros pasos de una estrella del football profesional?

A quién animar

Obviamente, a quien os dé la gana, pero permítaseme sugerir que salvo los aficionados de los Broncos y los de equipos de la NFC Oeste distintos de San Francisco, que entiendo que vayan con Denver, creo que todos debemos apoyar a los 49ers. ¿Por qué? Pues porque son el equipo local, esto es, el que ha renunciado a jugar un partido en su estadio, en Candlestick Park, para que los aficionados europeos podamos disfrutar de un partido de NFL. Me diréis que la renuncia no es gratuita, y es verdad, porque en términos económicos la operación les beneficia más que un partido en Candlestick Park, pero aún así creo que debemos apoyarlos.

Leí que otros años los aficionados norteamericanos y los propios entrenadores jugadores se mofaban de la "falta de criterio" del aficionado europeo. En otras palabras, decían que los que iban a Wembley no tenían ni puta idea, porque no gritaban cuando correspondía (es decir, cuando el equipo visitante está atacando, para dificultar su comunicación) ni se callaban en el momento oportuno (cuando ataca el local). Bueno, ya lo sabéis, a gritar cuando el ataque de Denver esté en el huddle y, sobre todo, a callar cuando ataque San Francisco. Bueno, qué cojones, que cada cual haga lo que le dé la gana. Se trata de pasárselo bien.

El estadio

Termino con unas breves notas sobre Wembley. El nuevo Wembley, habría que precisar. Ya no es el mítico antiguo estadio que albergó partidos históricos como la final del Mundial de 1966 o de la primera Copa de Europa que ganó el Barça. Ni se parece.

El nuevo Wembley es un estadio moderno e impresionante. Inaugurado en 2007, es propiedad de la Federación Inglesa de Fútbol, tiene capacidad para 86 000 espectadores en partidos de fútbol americano (algo menos que para fútbol europeo o rugby, porque no se venden las filas que están a pie de pista en los laterales, probablemente porque los espectadores no verían el partido, al estar los integrantes de los banquillos de ambos equipos en pie delante de ellos). Si tenéis ganas de hacer pis estáis de enhorabuena: Wembley es la construcción con más cuartos de baño del mundo: 2618. Pa cagarse (no he podido evitar el chiste, lo siento). Y qué decir de los secamanos. Impresionantes. Son de los que te sale aire para secarte, pero no son los típicos que todos odiamos. Son diferentes. El aire sale con una potencia abrumadora. Espectacular. Inolvidable.

Este es el impresionante aspecto que presenta vacío, cuando todo el mundo se ha ido. El que tomó la foto se coló sin permiso y se ganó una (pequeña) bronca del personal de seguridad del estadio ¿no has tenido tiempo en tres horas y media de sacar una foto?


Estoy seguro de que todos los que tengáis la suerte de asistir al evento os lo pasaréis de puta madre. Vosotros y vuestros acompañantes, aunque no les entusiasme el fútbol americano. Seguro. Seguro que cuando tengáis la oportunidad de sacar una foto como esta, al terminar el partido, solo estaréis pensando en volver al año siguiente.

lunes, 25 de octubre de 2010

Plácido domingo, jodido lunes: jornada 7

Entre todos los partidos de esta semana, destacaba el del morbo. No resultaba tan morboso como el del año pasado, cierto, pero quizá resultaba más importante dada la delicada situación de ambos equipos. Recuerdo haber leído con ocasión del partido que enfrentó en Lambeau Field a Packers y Vikings en 2009 que se trataba de la primera ocasión en la que una superestrella del deporte profesional norteamericano volvía a la ciudad de la que fue ídolo durante casi toda su carrera con la camiseta del eterno rival. Se habían producido otros retornos, como el de Jordan a Chicago con la camiseta de los Washington Wizards, o el de Alex Rodriguez a Texas, pero en ninguno de estos casos el equipo con el que volvía el ídolo local era el archienemigo. La vuelta de McNabb a Philadelphia con el uniforme de los Redskins es más parecida, dado que son rivales divisionales, aunque creo que el odio que se profesan Minnesota y Green Bay es mayor que el que existe entre Washington y Philadelphia. Este año, la previa (gráfica) que más me gustó de entre las que he podido leer es la de la delegación de ESPN en Minnesota (1500ESPN Twin Cities), que publicó el fotomontaje que podéis ver a continuación. Imita el cartel de la película La red social (por cierto, gran película, os la recomiendo).


En una jornada en la que tantos claman haber sido robados, y dado que entramos en la semana inglesa del football, ha de sonar Bankrobber, de The Clash.



Qué pude ver

Que el mejor partido de la jornada sea el Sunday Night es una gran putada. Siendo el partido que era, por mucho que me tuviese que levantar a las 8.30 para ir al curro, no me lo podía perder. Tendré más ojeras que un oso panda, pero el evento lo merecía. Intenté compensarlo con dos horas y media de siesta hasta las 7 de la tarde. Entonces, como ya es habitual, vi los partidos de Digital+ por la televisión y el resto de la jornada en el ordenador, con la pantalla partida en 4 en la sesión de las 7 (con el canal RedZone en uno de los cuadrantes y otros partidos igualados en los tres restantes) y en dos durante la sesión de las 10.15, aunque pronto puse el Seattle-Arizona a pantalla completa, ante la ausencia de emoción en la paliza de Oakland en Denver. Por cierto, ya veo que la mayoría está conforme con la política del Plus para los partidos de las 22.15 que comienzan con retraso.

El vomitorio

Semana de polémica arbitral en la NFL. Algunos dicen que los Stealers (redacción intencionada) ganaron a los Dolphins. La jugada polémica, la más comentada de la jornada, el touchdown anulado a Roethlisberger, en el que este pierde el balón antes de llegar a la end zone. Ningún árbitro, ni con vídeo de por medio, pudo determinar si la posesión la recuperan los Dolphins o los Steelers. Ante la duda, se mantiene a Pittsburgh en posesión del balón y estos anotan el field goal de la victoria. Aquí tenéis la jugada:


Transcribo lo que dice el árbitro tras revisar el vídeo: "After review it has been determined that prior to the ball crossing the goal line, the runner did lose possession of the ball. However, by rule in replay, two aspects of this play must be available to be viewed. Not only did we have to view the fumble being a fumble, we also have to have clear evidence of the team recovering the ball. After review, we do not have clear evidence of the defense recovering the fumble, therefore Pittsburgh will have the ball, fourth and goal at the half-yard line. Miami will not be charged with a timeout and the clock will start on the ready for play". El quid de la cuestión es que no saben quién tiene el balón tras el fumble. Al haber concedido en principio el touchdown, los árbitros ni se preocupan de ver quién tiene el balón en la montaña humana que se forma en la end zone. Grave negligencia arbitral. Todo indica que lo habían recuperado los Dolphins. El vídeo no lo prueba, pero mirad esta foto:


Parece que Miami recupera la posesión. El error no está en lo que dice el árbitro tras revisar el vídeo. Ahí toma la decisión correcta, porque no se ve quién consigue la posesión. El grave error lo cometen los árbitros al hacer caso omiso de lo que pasa en la end zone tras el fumble, como si no hubiese ninguna duda de que Roethlisberger había conseguido el touchdown. En ese momento, lo más prudente sería ver qué equipo se ha quedado con el balón, y después decidir si se da el touchdown. Para añadir más salsa a la cuestión, el árbitro que toma la decisión, Gene Steratore, es natural de Pittsburgh. La jugada de la semana, seguro que se seguirá comentando.

Aunque terminó costándoles a los Dolphins el partido, que no lloren tanto, que tuvieron tiempo suficiente para remontar el partido tras esa jugada (les valía con un field goal). Nadie sabe qué habría pasado si los Dolphins recuperan el balón. Por otro lado, la semana pasada se beneficiaron de errores arbitrales (en el drive en el que consiguen su último touchdown en Green Bay se benefician de una formación ilegal en punt más que dudosa y en la misma jugada del touchdown --esto no lo comenté la semana pasada, lo leí luego y es verdad-- hay un inellegible player downfield, un jugador de la línea que está haciendo un bloqueo por delante de la línea de scrimmage antes de que Fasano reciba el pase de Henne, por lo que el touchdown de Fasano no debió subir al marcador). No recuerdo tanto revuelo mediático la semana pasada.

Más polémica en el partido del morbo. Brad Childress, en un alarde de clase, dijo que fue el partido peor arbitrado que ha visto en su vida. Pobrecillo. Después de haberse arrastrado indignamente para que Favre volviese a enfundarse los cuernos (aunque a la que Favre quería plantárselos --los cuernos-- era a su esposa Deanna), ve cómo la solución a todos sus males lanza tres decisivas intercepciones por culpa de las cuales los Vikings pierden el partido. Pero volvamos a las quejas de Childress. "Chilly" se queja de dos jugadas en especial. La primera, uno de los tres touchdowns que se le anulan a los Vikings tras concedérseles inicialmente. Los otros dos TD anulados no admiten duda, ya que en ambos Harvin pisa claramente fuera del campo, pero en este creo que Minnesota tiene razón. Aquí tenéis la jugada (la calidad es pésima, pero no he encontrado nada mejor):


Cuánto juego está dando la regla que dice que el receptor debe conservar la posesión al caer. "If the ball touches the ground after the player secures control of it, it is a catch, provided that the player continues to maintain control". Pues yo lo que veo en la repetición es que Shiancoe cae con el balón controlado y mantiene el control una vez que este toca el suelo. Pase completo como una catedral. El árbitro dice que no, que Shiancoe utilizó el suelo para ayudarse a conseguir la recepción. Esta interpretación implica considerar que antes de que el balón toque el suelo el jugador vikingo no tiene todavía control del balón. Me parece un error terrible de los árbitros. Lo que tengo claro es que las imágenes no prueban de forma evidente que la decisión original (TD) fue errónea. El vídeo no prueba que Shiancoe se ayudase del suelo para controlar el balón.

Aparte de la anterior jugada, Childress se queja amargamente del facemask que le señalan a Phil Loadholt por agarrar el casco de Clay Matthews. Era el último drive del partido, Minnesota estaba en la 20 de Green Bay, y pasó a la 35. La explicación de Childress es tan ridícula como que se trataba de la primera penalización que señalaba el árbitro en todo el partido. Parece que el hecho de que fuese un facemask flagrante no importaba. Atención a la infantil explicación de Chilly: "The umpire standing on that side, they called a penalty. The guy hadn't called a penalty all night long and then I don't know if he got religion or what happened. But Bruce whatever his name is didn't make a fucking call all night long. Now we're going to get a face mask? I mean, come on now. Come on". Excusas de mal (aunque habitual) perdedor.

Que nadie se engañe: Minnesota no perdió ayer por culpa de los árbitros. Ni muchísimo menos. Quién sabe si esos 4 puntos de más con los que habría terminado la primera mitad habrían hecho que Minnesota se llevase el partido. Nadie sabe si en el posterior retorno y drive ofensivo los Packers habrían anotado siete puntos y, entonces, mejor les habría venido a los Vikings anotar el field goal. Todo esto es football ficción. También los Packers pueden quejarse de un primer down no concedido en una recepción de Jennings en el último cuarto que prácticamente aseguraba 3 puntos y quién sabe si 7. Pajas mentales, en cualquier caso. Cómo nos gusta dar por sentado que la variación de un acontecimiento en un partido no habría variado los posteriores. Caeteris paribus. Cambias una variable, el resto permanecen iguales. Eso puede sostenerse en un papel, pero la realidad es diferente.

Lo cierto es que Green Bay gana gracias a Brett Favre. Esto es un hecho. Gana gracias a que el 4 lanza tres intercepciones, una de ellas lamentable, retornada para touchdown por Desmond Bishop. Hasta el bobo de Childress (aposición, me refiero al propio Childress, no a otro bobo que pertenezca a Childress) señala a su quarterback como culpable de la derrota. Bueno, como cobarde que es, lo señala sin decir su nombre. Elegancia. Esto es lo que dijo el head coach vikingo: "It still goes back to taking care of the football. You can't throw it to them. They have to play within the confines of our system. You can't give seven points going the other way. Not in a game like this". Traducción: hay que cuidar el balón. No se le puede lanzar a los defensores y conceder siete puntos. Blanco y en botella. La semana que viene Minnesota viaja a Foxboro para jugar contra los Patriots. Partido complicadísimo. Si pierden los Vikings, la guillotina amenazará al entrenador que culpa al empedrado (cuyo despido, por otro lado, sería más que merecido).

Peperoni (la sorpresa)

¿Me estás diciendo que Mangini me va a ganar?
Los Cleveland Browns habían derrotado a los vigentes campeones de la Super Bowl en las dos temporadas anteriores, por lo que a nadie debería sorprender que hiciesen lo mismo esta temporada, ¿no? Bueno, realmente no. La victoria de Cleveland en Nueva Orleáns fue el sorpresón de la jornada. Nadie esperaba el qué ni el cómo. Porque los Browns ganaron sobrados. No necesitaron un gran partido de su quarterback novato Colt McCoy, aunque estuvo correcto (9/16, 74 yardas, ninguna pérdida), ni de su flamante running back, Peyton Hillis (69 yardas, 1 touchdown). Sí necesitaron un partido extraordinariamente malo de Drew Brees. El MVP de la Super Bowl lanzó cuatro intercepciones, dos de ellas a David Bowens, ambas retornadas para touchdown. Curiosamente, uno de los hijos de Brees se llama Bowen. ¿Tendrá algo que ver? La jugada del partido, el fake punt que forma parte de lo Alhambra de la jornada. Cleveland se pone 2-5. Están haciendo una temporada muy digna, a pesar de que sus opciones de postemporada son remotas, por no decir nulas. Por lo menos, están construyendo un buen equipo, con jóvenes promesas como McCoy o Hillis, que les pueden dar muchas alegrías en el futuro. El efecto Mike Holmgren.

Los Buffalo Bills estuvieron a punto de dar otro sorpresón en un campo hasta ahora virgen, el de los Baltimore Ravens, pero cayeron muy dignamente en la prórroga tras ir ganando por hasta 17 puntos de diferencia. Nueva victoria in extremis de los Ravens. Esta vez ante un equipo muy inferior. Qué bien les va a venir la semana de descanso que tienen ahora. Este equipo no termina de convencerme, y mira que Flacco ha mejorado últimamente (ayer 16/31, 250 yardas 3 TD). Los Bills también fueron muy agresivos, se la jugaron constantemente y al final terminaron perdiendo, pero también hay que elogiar su planteamiento tan valiente.

Premio Parménides de Elea (todo sigue igual)

Últimos minutos del último cuarto. Los Patriots ganan por menos de un touchdown de diferencia ante un equipo que viene remontando una amplia desventaja. Cuarto down y una yarda. ¿Os suena la historia? Belichick se la juega, ¿os suena? Los Patriots no consiguen el primer down, ¿os suena? La vida sigue igual. Así se vivió en el estadio:


Bueno, la vida no sigue exactamente igual. Esta vez New England tuvo mucha suerte. La patada de Kris Brown con la que San Diego habría empatado el partido da en el palo y se va fuera. ¿Kris Brown fallando un field goal decisivo? La vida sigue igual. Victoria de los Patriots, que se ponen 5-1, como los Jets. Cómo está la AFC Este. Así se vivió el field goal en el estadio (se enteraron de poco; ver el balón es como encontrar a Wally --Waldo en Estados Unidos--):


Premio Heráclito de Éfeso (la vida cambia)

Esta foto me recuerda a los comunistas nazis
que salen en un capítulo de los Simpsons.
Cuando se acercaba el final del partido en Lambeau Field, me temía mucho una nueva derrota por tres puntos en la última posesión del partido. Igual que en las tres derrotas anteriores de Green Bay. Estuvo a punto de ser así, pero Harvin pisó fuera de la end zone, los árbitros anularon el touchdown inicialmente concedido y los Packers se llevaron la victoria. Un cambio radical.

También esta vez la salida de Favre por el túnel de vestuarios de Lambeau Field fue diferente. No recibió el trato que solía. Transcribo lo que decía The Football Book de Sports Illustrated en su artículo dedicado a Favre (recomiendo --mucho-- este libro, plagado de fotos espectaculares y que podéis conseguir en Amazon UK por poco más de 16 libras; el libro es la rehostia, de verdad). Este texto es evidentemente anterior al fichaje de Favre por los Minnesota Vikings. Lo escribió Alan Shipnuck, y se titula An Iron Man And Everyman:

There is no happier place than Green Bay on a Sunday evening after the Packers have won. The beer tastes better, the girls are even prettier, and few seem to notice the bite in the air. In a town defined by its team, civic temperament can be quantified in a scoreboard. The epicenter of this game-day good cheer a few weeks ago, in the moment after the Packers had defeated Carolina, was adjacent to Lambeau Field, just across Holmgren Way, a block over from Lombardi Avenue: Brett Favre's Steakhouse, located at 1004 Brett Favre Pass. The restaurant is a 20,000-square-foot temple to the Packers' quarterback, and in this loud, lively gathering only one person was missing --the man for whom the restaurant and the street are named.

Traduciré el párrafo, aunque sea un pecado hacerlo, para quien no se maneje muy bien en inglés:

No existe ningún lugar más feliz que Green Bay en una tarde de domingo después de que los Packers hayan ganado. La cerveza sabe mejor, las chicas son aún más guapas, y pocos notan la rasca en el ambiente. En un pueblo que se define por su equipo, el temperamento de la ciudad se puede cuantificar en un marcador. El epicentro de esta alegría del día del partido hace unas semanas, estaba al lado de Lambeau Field, justo al otro lado del Paseo Holmgren, una manzana más allá de la avenida Lombardi: el restaurante Brett Favre, situado en el 1004 de Pase de Brett Favre. El restaurante es un templo de 20 000 metros cuadrados dedicado al quarterback de los Packers, y en este ruidoso encuentro festivo solo faltaba una persona --el hombre del que el restaurante y la calle toman su nombre.

Ese es solo el primer párrafo. Una nota a la tremenda foto que ilustra el artículo dice: "A GOD in Green Bay, Favre was worshipped as much for his human struggles as for his superhuman heroics while he was the leader of the Pack" (UN DIOS en Green Bay, Favre era adorado tanto por sus sufrimientos como persona, como por sus hazañas superhumanas cuando era el líder de the Pack).

Ayer el antiguo dios del norte de Wisconsin salió abucheado de Lambeau Field. La vida cambia, y mucho. Aquí podéis ver los últimos minutos del partido, incluído su último pase. A partir del minuto 2:30 podéis ver el momento de la salida. Un 4 abatido, derrotado, cascadísimo e increpado.


No puedo entender el intento de los periodistas de disfrazar la realidad. Por "periodistas" me refiero a las cámaras y a la realización de la NBC. A pesar de que Favre sale claramente abucheado (es obvio que el sentir mayoritario de la afición de Green Bay, entre los que me hallo, es de desprecio hacia el 4), la realización se esfuerza en buscar a los pocos aficionados que dedican aplausos o pancartas de agradecimiento a Favre. Qué cojones importa que todo dios esté abucheando e increpando al antiguo dios. Edulcoremos la realidad. Protejámosle, que vende mucho. A la mierda, hombre.

Ya es demasiado tarde, pero Favre debería haber reflexionado un poco (bastante) antes de haber dicho y hecho tantos desprecios, traiciones y faltas de respeto hacia su antigua afición. Es triste, muy triste, porque es posible que el de ayer fuese el último partido de la larguísima carrera de Favre. Mientras escribo estas líneas (qué pedante suena) me entero de que Childress informa de que Favre tiene dos fracturas en su tobillo. Que no necesita operarse, e incluso se especula sobre que pueda jugar el próximo domingo en New England. Si unimos esto a su lesión de hombro, y a las lesiones que puedan venir, no cabe descartar que el de ayer fuese su último partido en Green Bay.

Pero los abucheos muy merecidos. Sí, es una pena que después de dieciséis años al servicio de Green Bay tenga una despedida así. Aparte del dinero y de los récords, y para mí incluso con mayor importancia, lo que queda es el cariño y el respeto de tu afición (o aficiones). A Favre de eso apenas le queda. Su imagen en Green Bay y en Estados Unidos en general está por los suelos. Merecidamente, repito. Solo un milagro le puede salvar para lograr el anillo con los Vikings. Entonces sí tendría una retirada digna de su carrera (aunque, eso sí, se retiraría como leyenda vikinga, como el jugador que les llevó a su primer anillo). A ver quién le acompaña cuando le nombren miembro del Pro Football Hall Of Fame. Probablemente solo los periodistas que tanto echarán de menos sus historias.

Fin a la maldición de Favre, menudo peso se quita de encima Aaron Rodgers, que tampoco estuvo espectacular, pero mejor que el 4. Evidente, 12>4.

Dejando de lado lo sucedido en Lambeau Field, la vida cambió para Matt Moore y los Carolina Panthers. Estos ganaron su primer partido de la temporada, y aquel consiguió unos números espectaculares, muy diferentes de los que le llevaron a la suplencia a principio de temporada. Clausen no aprovechó su oportunidad, Moore volvió al mando del ataque de los Panthers y se lució con 28/41 308 yardas, 2 TD y 1 intercepción.

Alhambra (lo mejor)

Esta jornada es fácil otorgar este premio. Va para el equipo y el jugador que han batido e igualado, respectivamente, registros históricos: los Oakland Raiders y DeAngelo Hall.

Los Raiders aplastaron a los Broncos sin piedad en Mile High. No partían de favoritos en las apuestas, pero a los cinco minutos de partido ya ganaban por 21 puntos de diferencia. En menos de tres cuartos de partido ya habían batido su récord histórico de puntos. 59 puntos. Extraordinario, nunca mejor dicho. La figura de los Raiders fue Darren McFadden, que tuvo números propios del lugar en el que fue elegido en el draft:  165 yardas y 3 touchdowns. Oakland puede dar mucha guerra este año.

Hall, uno de los objetivos favoritos de Cutler.
DeAngelo Hall igualó un récord que databa de 1943, de una época en la que un jugador podía jugar de quarterback, safety y punter a la vez, como comenta hoy Peter King. Ese hombre era Sammy Baugh. Había conseguido 4 intercepciones en un partido. Ayer Hall consiguió la misma hazaña gracias al amigo Cutler, al que algunos apodan Sandías, apodo más que merecido. No quitemos mérito a Hall, que "estaba ahí", como se suele decir cuando un delantero mete un gol a puerta vacía. Si no es por él, su equipo no gana. Su retorno para touchdown terminó siendo clave.

No tan espectaculares, aunque también dignos de mención en esta sección, los partidos de tres receptores: Roddy White (estadística espectacular: 11 recepciones, 201 yardas, 2TD), Kenny Britt (más espectacular: 225 yardas y 3 TD) y de un jugador del que de refilón y sólo para contar una gilipollez hablaba la semana pasada, el receptor de los Seattle Seahawks Mike Williams. Ya se habla de él como candidato a Comeback Player of the Year. Sus números no son tan extraordinarios como los de los dos anteriores jugadores, pero ayer fue esencial para la importante victoria de su equipo, que le permite empezar a creerse aspirante a jugar un partido de playoffs en casa: 11 recepciones, 87 yardas, 1 TD.

Bueno, y aunque me acuséis de barrer para casa, hay que destacar el papel de la línea ofensiva de Green Bay anoche. Ante bestias de la talla de Jared Allen, los Packers concedieron cero sacks. Además, frente un equipo contra el que es tan difícil correr, Brandon Jackson consiguió un partido decente. Mérito también de la línea.

En cuanto a la jugada de la semana, me quedo con el fake punt de los Browns. Los equipos con menos recursos de personal tienen que tirar de imaginación. Su vía para la victoria no puede ser la típica, tienen que hacer cosas diferentes, y muchas veces arriesgar más de la cuenta. Esta jugada es brutal. La jugada más larga del ataque de Cleveland en todo el partido (50 yardas más que la siguiente jugada más productiva), la carrera más larga del partido, la consiguió su punter, Reggie Hodges. Hodges se define en su twitter como "servant of Christ disguised as an NFL Punter for the Cleveland Browns". El sirviente de Cristo consiguió la jugada de la semana, atención al quiebro que le hace al (no) retornador del (no) punt, Lance Moore.


Ahora sí termino con la sección. Como tengo amigos de los Buccaneers que me recriminan si no hablo de ellos, os dejo la jugada con la que ganan el partido en el último suspiro, una gran jugada de Josh Freeman, que no pierde los nervios ante el acoso de varios defensores de St. Louis, y encuentra a Mike Williams en la end zone. Raheem Morris dijo que en estos momentos son el mejor equipo de la NFC. Todos sabemos que no se lo cree ni él, pero también es verdad que la NFC carece de dominador claro. Todos son más blandos que la mierda de pavo, como decían de Superñoño. Aquí tenéis el TD de TB tal y como se vio desde la grada:


Mixta (lo regulero)

¿Sabíais que Drew Brees, Brett Favre y Aaron Rodgers llevan, cada uno de ellos, más intercepciones en lo que va de temporada que en toda la temporada pasada? Parecía que este iba a ser de nuevo el año del pase, pero mira tú por dónde tres de las primeras espadas en ese apartado están cometiendo más errores que en toda la temporada pasada.

Siguiendo con el tema de la importancia del pase, y al hilo de lo que ya comentamos otras jornadas, esta semana los mejores pasadores en términos de yardas de pase han vuelto a ver cómo sus equipos perdían. Los cuatro primeros, Palmer (412 yardas), Fitzpatrick (374), Brees (356) y Rivers (336) fueron incapaces de llevar a sus equipos al triunfo. Por otro lado, cuatro de los cinco mejores corredores en yardas de carrera consiguieron la victoria: salvo el segundo, Adrian Peterson (131 yardas, dale las gracias a Favre), todos ganaron, McFadden (165 yardas), Torain (125), Thomas Jones (125) y Michael Turner (121).

Muchas veces hemos incluido en esta sección, en el apartado colectivo, a San Diego Chargers y Cincinnati Bengals. Premiémosles una vez más. Los Chargers perdieron un partido, el de ayer, que entra dentro de lo asumible, pero o ganan partidos de derrota asumible de aquí en adelante o no podrán remontar su mal inicio. Los Chiefs están 4-2, con tres derrotas menos, y me temo que en vista de cómo están los equipos en las demás divisones de la AFC, la única manera de que un equipo de la AFC Oeste se clasifique para los playoffs será como campeón de la división. Increíble, increíble, que el mejor equipo de la NFL en yardas de ataque y en yardas permitidas (es decir, los indicadores fundamentales del ataque y la defensa) esté 2-5. El mejor ataque y la mejor defensa. ¿Por qué? Por los equipos especiales y las pérdidas, como podéis ver en la sección que cierra este artículo.

Dígase casi lo mismo en el caso de los Bengals, aunque en su caso parece muy complicado que puedan remontar en su división hasta ganarla. Por delante de ellos tienen a Ravens y Steelers, que no aflojan mientras ellos pierden partidos de derrota más o menos asumible. Ayer lograron lo más difícil, remontar un partido que tenían perdido en Atlanta, pero acabaron cayendo. Salvo milagro, parece que T.O. ha perdido su última oportunidad para conseguir el ansiado anillo.

Cruzcampo (lo peor)

Como comentan en el Shutdown Corner, ayer twitter echaba humo con el Bears-Redskins. Todo el mundo comentaba la bazofia de partido que estaban disputando. Hablaban algunos del peor partido de la historia. ¿No decían que el Plus daba los mejores partidos de la jornada? (toma oportunismo) El de ayer, con toda probabilidad, será incorporado al diccionario en vídeo, para ilustrar la entrada correspondiente a la locución "cúmulo de despropósitos". Destacó, entre la pléyade de cagadas, la figura de Jay Cutler. Nadie duda de que a su línea ofensiva se le podría imputar en cualquier momento un delito de homicidio imprudente. En estos momentos ya llevan cometidos varios de lesiones imprudentes. Pero el bueno (?) de Sandías Cutler también tiene lo suyo. Inspirado por las actuaciones de su sustituto temporal, Todd Collins, Cutler lanzó cuatro intercepciones (todas a DeAngelo Hall) en un partido en el que Chicago perdió seis balones. Un partido de chiste.

Las alarmas se disparan en los New Orleans Saints. A la sorprendente derrota en Arizona ante un Max Hall que tan verde estaba que ya cedió de nuevo su lugar a Derek Anderson, le sucede otra no menos sorprendente ante los omnipotentes Cleveland Browns. Ya comentamos la actuación de Brees. Preocupante. Signos de desquicio por Louisiana. Con su kicker siempre en entredicho, con sus corredores titulares lesionados y con su entrenador reprochando a uno de ellos, a Pierre Thomas, que siga lesionado. Una cosa de locos. Que alguien le dé un chicle de los que le gustan a Sean Payton antes de que haya que encerrarlo.

Día triste también para Kevin Kolb. Reid ha anunciado que Vick será titular la semana que viene. Ayer Kolb, mal. 28/46, 231 yardas, 1 TD, 2 intercepciones y alguna más que le pudo caer de no ser por la pericia de sus receptores. Que conste que no me convence la decisión, pero Reid sabrá.

We want Carr!! gritaban en Candlestick Park. Ya lo tenéis.
Termino con los internacionales. Llamo internacionales a los protagonistas de las International Series del domingo que viene. Broncos y 49ers llegan con un balance acumulado de 3-11. Lamentable. Los embajadores de la NFL en Europa no representan en estos momentos lo mejor de la competición. Y mira que hasta ayer los Broncos hicieron un papel más que digno, plantando cara a Colts y Jets en Denver y ganando en Tennessee. Su quarterback es el segundo de la NFL en yardas de pase, y Brandon Lloyd y Jabar Gaffney receptores revelación. Pero ayer sufrieron una de las mayores vergüenzas que se recuerdan. 59 puntos en tres cuartos. Toma ya.

Los otros internacionales, los 49ers, perdieron ante un equipo que había caído en todos sus partidos. Llegan a Londres 1-5, en estado de coma. Encima se lesionó el quarterback titular de San Francisco. Es duda para Londres. A pesar de que la lesión de Alex Smith es parecida a la que le hizo perderse la mayor parte de la temporada 2007, esta vez es en el brazo que no usa para lanzar. Posiblemente, un atractivo menos para las International Series (a mí Alex Smith me parece un buen jugador, desde luego peor de lo que debería por el lugar en el que se le eligió en el draft y viendo a quién eligieron después que él, pero un buen jugador al fin y al cabo). En fin. Que no cunda el pánico. Por lo menos, tendremos en principio un partido igualado y buenos jugadores en el campo (Kyle Orton, Brandon Lloyd y Jabari Gaffney por un lado; Frank Gore, Vernon Davis y Patrick Willis por otro). A mí no veáis cuánto me apetece, y lo digo totalmente en serio. Mañana o pasado (dependiendo del tiempo que tenga), atentos porque publicaré la guía definitiva para el evento, la guía ilustrada para las NFL International Series 2010. Información esencial para todo el que asista al partido en Wembley.

CaJugada estúpida de la semana

Semana a semana, algunos reputados profesionales del fútbol americano nos dan motivos para pensar que les falta un hervor (por decirlo suavemente, de manera más ruda podríamos decir que son imbéciles). Esta semana dos jugadores de los San Diego Chargers se llevan la palma. El primero es el receptor novato Richard Goodman, que suelta el balón antes de ser tocado en el suelo por los defensores contrarios. Ya resulta criticable su falta de picardía, porque tenía tiempo para ponerse de nuevo en pie y huir hacia adelante, pero regalar el balón a la defensa resulta imperdonable.


Además de esta jugada, los Chargers cometieron otra estupidez en un pase lateral (por lo menos no hacia delante) que el receptor, Jacob Hester, no atrapó. Como sabéis, siempre que el pase no sea hacia delante, el balón está vivo, y si el atacante no lo atrapa la defensa puede hacerse con la posesión. Por eso resulta sorprendente la falta de cuidado tanto de Rivers como de Jacob Hester en una jugada tan peligrosa, que resultó en fumble (sin que Hester fuera consciente de ello) y recuperación para New England. El defensor tuvo tiempo de tumbarse un ratito con el balón y, en vista de que no venía nadie a tocarle, avanzar unas cuantas yardas hasta la red zone de San Diego. Gracias a estas dos bobadas, y a que Kris Brown sigue tan acertado como la temporada pasada en los momentos calientes, los Chargers perdieron su quinto partido del año. Más que en toda la temporada pasada.

* * *
Esta noche, último tren para los Dallas Cowboys. Ni siquiera tengo claro de que estén a tiempo de remontar, pero en una NFC en la que no puedes poner la mano en el fuego por absolutamente ningún equipo, cualquier franquicia que coja una buena racha puede llegar a playoffs. El rival de los Chicos Vaca es el probablemente equipo más en forma de la NFC, aunque visto lo visto, quizá esta noche pongan su granito de arena en el fomento de la igualdad, ahora que se ha quedado sin ministerio.
* * *
Actualización matutina del martes. Cuando hablaba el otro día de maldiciones, se me olvidó la que consiste en que el equipo en cuyo estadio se disputa la Super Bowl, nunca llega a disputar ese partido. En ninguna de las 44 ediciones de la Super Bowl una franquicia la ha jugado en su estadio. La maldición está actuando con mano de hierro sobre los Dallas Cowboys. Lo peor que les pasó anoche no es perder. Es una pésima noticia, sí, porque con un balance de 1-5 hace falta un milagro para llegar a playoffs, aunque en una NFC tan igualada, que recuerda a la AFC del año pasado en la que los Titans a pesar de empezar 0-5 se quedaron a las puertas, todo es posible. Lo peor es que Tony Romo se rompió la clavícula y, dependiendo de lo cerca que la rotura esté del hombro, puede perderse lo que queda de temporada. Ahora el veterano Jon Kitna (38 tacos), antiguo jugador de los Barcelona Dragons, estará a los mandos del ataque vaquero. Vaya nochecita para los Chicos Vaca. En el otro lado, los Giants se confirman como lo mejor, o menos malo, de la NFC, con un Eli Manning capaz de lo mejor (4 TD) y de lo peor (3 intercepciones).

viernes, 22 de octubre de 2010

El gafe de la portada de Sports Illustrated

Las aposiciones con la preposición "de" de por medio dan lugar a equívocos. Ese "de" normalmente posibilita que un sustantivo funcione como complemento o adyacente de otro sustantivo, función típica del adjetivo (el equipo de América = el equipo americano), pero no en el caso del primer "de" del título de esta entrada, que carece de contenido léxico y no funciona como transpositor categorial. En otras palabras, el "de" no aporta ningún significado al sintagma ni hace que el segundo sustantivo complemente al primero; la expresión es equivalente a una aposición sin preposición como "la portada de Sports Illustrated, gafe".

(Después del anterior párrafo, estoy seguro de que solo unos pocos valientes resisten leyendo este artículo)

La anfibología anteriormente comentada permite jugar con los dobles sentidos y hacer chascarrillos (nunca mejor dicho, como veréis) como el del famoso chiste de la pintada de "El cerdo de Carrillo al paredón", a la que responde otra que dice "Carrillo, cuidado con tu cerdo que lo quieren matar". En el presente caso, no me refiero a algún gafe que salga en la portada de Sports Illustrated, sino a que la portada de Sports Illustrated en sí es gafe.

No soy nada supersticioso. Excepto en lo que se refiere a los deportes. Ahí soy extremadamente supersticioso. Quienes me conocen y me sufren lo saben. Cuando alguno de mis equipos gana un día, repito mi vestimenta en las siguientes ocasiones, hasta que se rompe la racha. Como mis equipos durante los últimos años van de capa caída, los cambios de ropa se producen con mucha frecuencia, aunque en la Copa del Rey de baloncesto de hace dos años casi repito uniforme (íntegramente, por supuesto) durante tres días seguidos, porque el Estu jugaba viernes, sábado y, si hubiese ganado el sábado, el domingo. Estoy seguro de que olía de puta madre (no me refiero a que yo tuviese mal olfato, sino a que apestaba; esto me recuerda a una anécdota del colegio, en la que un profesor le dijo a un compañero, que tenía la desgracia de heder, "hueles peor que un perro"; se refería a que tenía peor olfato que un can, pero en el otro sentido también era verdad). La superstición llega al punto de que en el previo del partido tenemos que hacer siempre lo mismo que el día que ganamos. Es decir, ir a los mismos bares, pedirnos lo mismo y entrar con la misma antelación al partido. Siempre digo que tenemos que hacer todo lo posible porque nuestro equipo gane, los esfuerzos que sean necesarios. Como se puede ver, parece que creo en la superstición deportiva.

En el mundo de la NFL existen dos grandes gafes. El quizá más conocido y temido, y sobre el que más se ha escrito, es el de la portada del Madden, el videojuego de EA Sports. Sobre esto se ha escrito ya mucho, lo más reciente, por lo menos en español, lo publicado en el primer número de la revista Football Speech. Aquí la podéis leer, las páginas 7, 8 y 9 tratan de esta cuestión. Por ahora parece que Drew Brees, que protagoniza la portada del nuevo Madden, no se ha visto afectado por la maldición.

Pues bien, la otra gran maldición que afecta a los deportistas norteamericanos es la de la portada de Sports Illustrated, por otra parte la publicación más prestigiosa del lugar. Seguro que cuando le dicen a alguien que va a ser portada de la revista, reacciona como Fry y Zapp Brannigan al recibir la sentencia de "muerte por kiki":


Si me leeis desde América, creo que por ahí dicen "muerte por snu snu":


Volviendo al tema, la maldición no tiene la intensidad (en cuanto a eficacia) de la del Madden, porque esta revista se publica todas las semanas y en ocasiones el maleficio no se produce, pero el desastre tras la portada es muy frecuente. Sobre esto también se ha escrito mucho, e incluso existe una entrada en la Wikipedia que comenta la cuestión. Ahí se citan unos cuantos casos de héroes que superaron la maldición y alcanzaron la victoria final, pero también muchos gafados. Cito (y traduzco) algunos de los más recientes que tienen que ver con la NFL.
  • 16 de noviembre de 2009: Peyton Manning aparece en portada bajo el título "Inside the Helmet of the League's Most Cerebral Quarterback" ("Dentro del casco del quarterback más cerebral de la liga"). Los Colts terminan perdiendo la XLIV Super Bowl por 31-17.
  • 11 de enero de 2010: Miles Austin, portada; Dallas pierde el Divisional Playoff Game contra los Minnesota Vikings.
  • Enero de 2010, Brett Favre en portada bajo el titular "Favre on Fire" ("Favre en racha") antes de la final de la NFC, que pierde con su equipo. Mark Sanchez figuró en la portada de la edición para el noroeste de Estados Unidos y su equipo perdió la final de la AFC.
¿A qué viene este artículo ahora? Pues a que han tocado a mi equipo, y lo han jodido bien. En lo que llevamos de temporada, dos de las portadas de Sports Illustrated las ha protagonizado la NFL. La primera, tras la primera jornada, era esta:


Brady y Moss en portada. La maldición actuó rápido: los Patriots perdieron su siguiente partido ante los Jets y Moss abandonó el equipo rumbo a Minnesota. Un gafe suave, sí, pero gafe.

El 11 de octubre la portada era esta:


Nuevo espíritu en Green Bay. Ya. ¡Seréis cenizos! En páginas interiores se publicaba un artículo, "Mr. Rodgers Neighborhood" (muy bueno, por otra parte, recomiendo que lo leáis), en el que se escriben cosas como "the Packers are a bona fide threat to represent the NFC in the Super Bowl". Han pasado solo dos semanas desde que se publicó esa revista y los Packers han perdido dos partidos, varios jugadores importantes por lesiones (Jermichael Finley, Morgan Burnett, Derrick Martin, Nick Barnett, Chad Clifton, Clay Matthews --estos dos últimos, por poco tiempo, esperemos--) y muchas esperanzas de que esta fuese su temporada. Acojonante (tanto en el sentido de "increíble" como en el de "terrorífico") lo de la maldita portada. Nada más publicarse, efectos devastadores.

Sports Illustrated lleva un 100% de efectividad en lo que va de temporada, en lo que a la NFL se refiere. Dos portadas, dos gafes. Creo que los señores de Sports Illustrated merecen los mismos calificativos que dedica esta pintada emeritense a la policía:


Pues eso, que ya sabéis, que si vuestros equipos o jugadores favoritos son portada de Sports Illustrated, temblad.

miércoles, 20 de octubre de 2010

De "el arte de la predicción" a "helarte de la predicción"

Allá por el mes de junio publicaba un artículo, El arte de la predicción, en el que aparte de regalaros una preciosa foto del joven Rappel, hablaba de lo absurdos, infundados y ridículos que resultan todos los pronósticos que se hacen antes de comenzar la temporada regular, incluidas mis predicciones, que por algo llevaban la compañía del adjetivo "absurdas". Me refería entonces a que, aparte de que (generalmente) el ser humano no puede predecir el futuro, existían tres factores que impedían la realización de pronósticos fiables: (i) el factor tiempo, o que la distancia temporal a un evento es inversamente proporcional a la fiabilidad de las predicciones que se hagan sobre él; (ii) el factor lesiones, o que los resultados de un equipo dependen de la salud de sus jugadores clave; y (iii) el factor suerte, o que todos los campeones están siempre en algún momento contra las cuerdas, y necesitan algo de inspiración o fortuna para superar el trance.

Pues bien, transcurrido poco más de un tercio de la regular season, tan solo mes y medio después de que los augures emitiésemos nuestros pronósticos, al releerlos no puedes evitar helarte de la predicción.

Como vamos a hablar de apuestas que hoy causarían impresión, ambientemos este artículo con Color Me Impressed, gran canción de The Replacements.



Ya sé que es bastante hijoputesco recuperar las apuestas que entonces se hicieron para hacer una evaluación preliminar, pero no me resisto. Aparte de mis absurdas predicciones, que os recuerdo más adelante, os muestro lo que decían los expertos de los tres medios que he considerado más relevantes a efectos de NFL: los de la web oficial de la liga, NFL.com; los del principal grupo de comunicación deportivo de Estados Unidos, la ESPN; y cuatro de los expertos de Sports Illustrated, probablemente la publicación deportiva más prestigiosa de Norteamérica.

Comencemos por los pronósticos de los expertos de NFL.com. Podéis ver la imagen más grande si pincháis sobre ella:


Como veis, todos predicen que Green Bay llega a la Super Bowl. Tras los destrozos causados por el factor lesiones, ¿creeis que uno solo de los predictores prediría que los Packers juegan en febrero en Arlington, TX? Supongo que ninguno. Además, el factor suerte ha sido cruel también con los wisconsinianos: tres derrotas por tres puntos en el último suspiro. El unánime ganador de la NFC Este, los Chicos Vaca, tampoco creo que hubiese recibido voto alguno. Más dudas me quedan con San Francisco, porque soy de los que creo (y repito muchas veces) que todavía tienen opciones, aunque no son los favoritos. En cuanto a los galardones individuales, supongo que nadie apostaría hoy por Rodgers como MVP. En estos momentos, no está en ninguno de los MVP Watch que se publican. Lógico, tanto por lo que lleva hecho, como lo que va a poder hacer, sin su mejor receptor, sin juego de carrera y con una línea ofensiva mermada y endeble. Tampoco creo que C.J. Spiller y Ryan Mathews recibiesen algún voto como mejores novatos ofensivos.

Sigamos con los pronósticos de los analistas de la ESPN. Como veis, son muchos. Entre ellos, creo que los más renombrados son John Clayton y Adam Schefter, por si queréis fijaros en un par.


¿Mike Singletary o Norv Turner entrenadores del año? Podríamos apostar partes de nuestro cuerpo (por ejemplo, un brazo) sin temor a fallar que nadie en su sano juicio apostaría hoy por tal cosa. Casi igual de descabellada resulta la apuesta por Charles Woodson o Patrick Willis como jugadores defensivos del año. Incluso por Revis, que todavía es una sombra de lo que fue en 2009 (el factor lesiones ha influido mucho en eso). Aparte de fijarme en las cagadas, también hay que descubrirse ante quien predice que Jahvid Best será el rookie ofensivo del año. Pocos creíamos en él a principio de temporada y la verdad es que está siendo una de las mayores sorpresas positivas.

Terminemos la ronda por los mass media con los pronósticos de cuatro de los expertos de Sports Illustrated, entre ellos el que es probablemente el gurú por antonomasia en temas de fútbol americano profesional, Peter King, y el mítico running back de los Steelers Jerome Bettis:


Cuando Peter King publicó sus predicciones, todo el mundo se echó las manos a la cabeza (figuradamente) al ver que apostaba por los Steelers como campeones. Se montó un pequeño follón. La gente se preguntaba si esa elección se debía a la influencia de su esposa, aficionada Steeler, o a su juicio razonado. Hoy más bien nos quedaríamos helados por lo acertada que parece su predicción (aunque sigue siendo perfectamente posible que esté totalmente equivocada). Además, fundamentó su apuesta por Pittsburgh en que creía que esta temporada volvería la Steel Curtain a dominar a los ataques. Desde luego, lo clavó. En donde sí ha patinado (seguro) es en lo relativo a los Carolina Panthers. Las apuestas sorprendentes no siempre salen bien. Por cierto, ya le vale a Bettis no apostar por sus Steelers.

Comentario separado merecen los augurios sobre los premios individuales. Ya comentamos que lo de Rodgers MVP hoy parece descabellado, o que Mathews y Spiller pocos votos recibirían como mejores rookies de ataque, pero lo que sorprende más son los entrenadores del año. Vaya cuatro. Candidatos en estos momentos al peor del año. En fin.

Bueno, termino recordándoos lo que predecía yo en su día. Me limité a pronosticar cómo terminaría cada división y quién conseguiría plaza de wild card, pero parece que también me voy a cubrir de gloria en bastantes casos. Un resumen gráfico de lo que (pre)dije (cuando veais dos equipos separados por guion significa que predecía que ambos equipos pelearían por el puesto; el primero de los dos es el que veía como favorito):


Como veis, mi predicción de los Panthers no pudo ser más acertada. Gloriosa. En la NFC Oeste, en estos momentos lo más probable parece justo lo contrario de lo que auguré. Le dais la vuelta y veis lo que creo ahora, aunque tampoco descarto la victoria final de San Francisco. En lo demás, como muchos, me equivoqué con Dallas e infravaloré a los Steelers. En la AFC Oeste también parece que me he columpiado, aunque con tanta incertidumbre, a saber.

Y que conste que quedan casi dos tercios de la regular season, y que todas las predicciones están a tiempo de cumplirse. No las podemos descartar. Recuperaré cuando termine la temporada esto para ver quíén se ha equivocado más. En cualquier caso, ahora mismo, de helarte de la predicción no te libras. Si es que los Chargers nos han dejado helados a más de uno, incluido a este apenado fan del equipo:


(Probablemente se trata de un actor y no de un sincero y sufridor aficionado Bolt, ya que cuando la cámara baja las escaleras se ve un banderín de los Steelers)